martes, 28 de septiembre de 2010

Transporte Público



Bueno con eso de que uno trabaja, estudia, se enfiesta, juega videojuegos y hace deportes (además de no contar con la colaboración de los otros inútiles Tenochas!!!), la verdad se me ha ido el tiempo y los tengo muy abandonados sin posibilidad de entretenerse con alguna de mis crónicas y aventuras en esta H. Ciudad de México, y si le agregamos que por el momento no cuento con un medio de transporte propio (automóvil) tengo que utilizar el transporte público o de perdida tomar prestado el de mi jefe o el de la sisterna, pues menos tiempo.

Pero ahí les va la mariadora… aprovechando que ya tocamos el tema del súper eficiente, limpio, rápido y moderno sistema de transporte que tenemos en nuestro querido DF, vamos a hablar de aquellas buenas aventuras que uno se lleva cuando utiliza estos servicios.

Siendo habitantes de una de las orbes mas grandes del mundo, obligatoriamente se han visto en la necesidad de subirse al metro, a un méndigo pesero, al metrobus o a un taxi, de no ser así, por favor múdate de ciudad o sal tu casa y enfrenta la realidad porque no eres digno de ser un habitante del DF!!!… digo quien no se ha subido al metro, en fin vamos a ver, hagamos un listado, así pues “súbale, súbale, Universidad – Indios Verdes, lleva lugares…pipiripipi!!!”


El Pesero.
También llamado “microbus, camión o combi”, Es considerado la forma de transporte más común dentro de la Ciudad de México. Se denomina pesero, porque cuando nace este transporte la cuota por pasajero era de un “peso”, su origen data de los años 70’s (del siglo pasado) como taxis colectivos siendo principalmente coches grandes para unas 5 a 6 personas mas el chofer.

Después del breviario cultural veamos, ¿quién puede olvidar las primeras veces que se subieron a un pesero? Por mas hábil y atlético que seas, el 99.9999999% se tropezó alguna vez en su vida con el primer escalón del pesero, que inevitable e invariablemente vino acompañado de un memorable chingadazo en la espinilla, las rodillas o de plano si eras un individuo con poca gracia, hasta la boca te “floreaste” jajaja, me encantaría ver las caras de aquellos que se identifican con esto. En fin una vez superado ese “primer mayor oso de tu vida” ese momento de “trágame tierra”, logras con una serie de malabares, acrobacias y destreza física, tomar el tubo (sin albur) y te pones de pie, pero si a lo anterior le agregas que los conductores son altamente capacitados, educados y verdaderos ases al volante (ojetes) tienes puntos extra si logras la hazaña con el pesero andando.

Pero la odisea no termina ahí, cuando por fin estas de pie dentro del pesero, y después de haberte sacudido los pantalones (o la falda en su caso), sobarte la parte del cuerpo en cuestión, limpiarte la lágrima “Remi” y recuperar el color del rostro, te encuentras con la mano estirada del méndigo chofer, y piensas “hay que chingón, me ofrece la mano para ayudarme”… pues ni madres esta esperando a que le des el pasaje (recuerden que son muy educados), luego pues le das los $3.00 (cuota mínima en la actualidad para usar este transporte de primera clase) y te pasas, cuando una voz te detiene y pregunta “¿a donde bajas?” (Noten el “a” antes del “donde”, esa es la forma correcta en que se debe realizar la pregunta), por fin le dices tu destino y la respuesta del H. chofer es: “falta, son $3.50” o hasta $5.00 dependiendo el destino. Total ya le pagas al monito y ahora lo siguiente es buscar lugar.

Si tienes la fortuna de subirte a un “pecerdo” que vaya con poca gente y logras ver un lugar puedes ocuparlo y hacer tu viaje sin percance alguno; el reto viene cuando el pesero va lleno, el nivel de dificultad aumenta ya que hay gente ocupando el pasillo, y debes encontrar un espacio donde puedas agarrarte y no caerte de nuevo. Desde tu punto de vista avanzar es algo imposible, pero en donde tu vez lo imposible, el chofer ve la oportunidad, y cuando crees que no cabe un alma mas en el dichoso “camioncito”, el chofer se para y sube a 5 personas más seguido de la frase “aváncele bien hasta tras joven todavía hay espacio” (noten que no es “hacia ATRÁS” lo correcto es “hacia TRAS”), en tu interior estas pensando “este wey esta muy imbécil, ¿qué, quiere me monte encima del wey que esta a mi lado”, pero lo que no sabes es que al parecer eso piensan realmente y en un vehículo en el que deben caber 30 personas (contando los asientos y el espacio para viajar parado) acaban viajando 45 o mas. Cabe señalar que si eres una persona de la tercera edad (ancestral) o una mujer embarazada, causas un efecto extraño al subirte al “microbús” el cual he denominado “síndrome del sueño fingido” ya que en ese momento todos los pasajeros se hacen los dormidos para evitar tener que ceder el lugar que con tanto trabajo han logrado obtener.

Después de ir un buen rato apretado/a y manoseado/a, y con una amplia variedad musical a todo volumen (que puede ir desde cumbias y salsas hasta el mas chafa y naco rock urbano, si bien te va puedes escucha el famosisimo “Panda Show” que por cierto es muy, muy naco y manchado), ves que tu punto de destino esta cerca, pero ese no es el problema tu estás al centro del pesero, delante de ti hay 8 personas y atrás hay 10, una vez mas te ves en la necesidad de utilizar tus habilidades y talentos mas ocultos dignos de aparecer en el show del Cirque Du Solei, del Ringlin Brothers o ya de perdida en el Circo Ataide Hnos., para poder llegar a la puerta trasera del vehículo y tocar el timbre para poder bajar del mismo (claro, esto después de haberte pasado unas 2 o 3 cuadras, porque al mugre chofer se detiene donde se le da la gana). Es importante recordar no ir hacía adelante cuando te vayas a bajar, por que corres el riesgo de escuchar el siguiente comentario “la bajada es por atrás joven” (por alguna extraña razón este “atrás” si lo dicen bien).

Para terminar, no existe una experiencia mejor que subirte a uno de estos vehículos en época de lluvias, donde puedes experimentar distintos olores (al puro estilo del perro mojado), piel pegajosa y humedad en su máxima expresión.

En fin, el pesero es una parte más dentro de nuestro FOLKLORE, sin duda alguna “una joya mas del canal…” a no ya me fui por otro lado jajaja.

La próxima vez hablaremos del Sistema de Transporte Colectivo por excelencia en México, nuestro querido y poderoso METRO.

Espero sus comentarios y sugerencias.

Saludos a todos, bonita semana y pórtense muy mal.

2 comentarios:

  1. Ya me quedaron ganas de ir al D.F. y experimentar esta inolvidable experiencia... "Que bello es mi Defito"... y aunque no lo crean por algna extraña razón también me dieron ganas de ir al circo Ataide Hermanos... :S... Saludos del Mike

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  2. Jajajaja!!! me hiciste recordar bellos momentos, mmm bueno la verdad no, oye por cierto cuando pasa se pasan los topes o le atinan a un bache que tal la hazaña que tienes que realizar para no caerte.
    Te mando mil besos.

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